Se acerca la navidad. El tiempo litúrgico donde el niño Dios, nos invita a disponer el corazón con humildad profunda, con amor encendido, con desprecio de todo lo terreno para que Él, en forma de niño, pueda morar eternamente en nosotros.
“En mi pequeñez” es una oración que en forma de canción busca el auxilio de Dios. Es reconocerse desde la pequeñez de la condición humana, y a la vez, “hacerse” pequeño para recibirlo humildemente. Se manifiesta esta necesidad de ser sostenidos por el Señor en nuestro peregrinar, a pesar de nuestras miserias y pecados (esto especialmente se ve en la imagen de portada de la canción). Él con su auxilio y su misericordia, nos enseña a no mirar hacia atrás y permanecer en su Amor. Dios, desde su mirada tierna y fiel, nos transforma el corazón por su piedad.
La parte principal de la canción (el estribillo) trata sobre pedirle a Él, una nueva vida de paz, por medio de su Gracia que habitará en nosotros. Habla de este despojo de todo aquello que nos aleja de esta Gracia, y de esta necesidad de su Amor. La navidad también trata de esto. Es una nueva oportunidad para volver a tener paz en el corazón. Para volver a pedir perdón. Para que desde nuestra pequeñez, podamos dejar morar al niñito Dios en nuestra vida cristiana.
Detalles de la obra
Esta canción pertenece al canal de música católica “Bienaventurados”. La canción está compuesta por una voz principal y una segunda voz que acompaña la melodía armonizando.
La segunda voz tiene un papel muy importante ya que comienza en la primera parte cantando de manera más grave, representando el sentimiento de tristeza y perdón. En la segunda parte, luego del primer estribillo, esa misma voz pasa a tener un color más agudo, con el que hace hincapié en el reconocimiento del auxilio de Dios. En el estribillo esto se intensifica junto con la repetición de la letra.
También se eligió a la guitarra como instrumento para hacer una composición más “sencilla” haciendo referencia a la “pequeñez”.
Imagen de portada
La imagen está compuesta por la mano humana que es más pequeña y la mano de Dios que nos ayuda a levantarnos y seguir peregrinando.
Se puede observar que la mano humana está un poco más oscura y la mano de Dios más iluminada, esto también se pensó a propósito para que sean diferenciadas.
En su representación, la mano de Dios es más fuerte y está en una posición que representa la idea de ir a buscar a la persona que está caída, que en este caso seríamos nosotros.
Grabación, Producción y Mezcla: Francesco Mazza
Letra y música: Teru Teran
Voz principal: Teru Teran
Segunda voz: Maggie Cullen
Guitarra: Maggie Cullen y Francesco Mazza
Diseño de Portada: Celi Aguilar y Sofi Licheri