«… se necesitan artesanos de paz dispuestos a generar procesos de sanación y de reencuentro con ingenio y audacia»
Papa Francisco
La dignidad de la persona y su desarrollo humano y espiritual se encuentran en el centro del mensaje evangélico que atesora la Iglesia y que recorre todos estos siglos desde su nacimiento.
Desde este profundo amor a la persona es que el Papa Francisco ha llamado al mundo a cambiar la dirección hacia una cultura del cuidado para erradicar la cultura de la indiferencia, del rechazo y de la confrontación, que suele prevalecer hoy en día.
“En este tiempo, en el que la barca de la humanidad, sacudida por la tempestad de la crisis, avanza con dificultad en busca de un horizonte más tranquilo y sereno, el timón de la dignidad de la persona humana y la “brújula” de los principios sociales fundamentales pueden permitirnos navegar con un rumbo seguro y común.
Trabajemos todos juntos para avanzar hacia un nuevo horizonte de amor y paz, de fraternidad y solidaridad, de apoyo mutuo y acogida. No cedamos a la tentación de desinteresarnos de los demás, especialmente de los más débiles; no nos acostumbremos a desviar la mirada[26], sino comprometámonos cada día concretamente para «formar una comunidad compuesta de hermanos que se acogen recíprocamente y se preocupan los unos de los otros»[27].
“La cultura del cuidado es el antídoto contra un mundo impregnado de individualismo y prisionero de la tristeza. Aprendamos a hacernos cargo de los demás, de la ciudad, de la sociedad, de la creación, para experimentar la alegría de la amistad y de la gratuidad”.
Si no nos cuidamos los unos a los otros, empezando por los últimos, que son los más afectados, incluyendo la creación, no podemos curar el mundo.
Vivimos en una cultura en la que falta un verdadero interés por el otro
Con profunda consternación la Iglesia ha constatado dolorosos hechos ocurridos a niños y personas vulnerables, que interpelan su conciencia y la de todos nosotros, como comunidades eclesiales. En este sentido somos testigos que en los Pontificados de Benedicto XVI y de Francisco fundamentalmente, la Iglesia ha asumido una renovada y decidida actitud para que sus espacios eclesiales sean seguros. Así lo expresa en la primera Carta Apostólica en forma de Motu Propio “Vos estis lux mundi” publicada en 2019.
“…. La lucha contra la cultura del abuso, la herida en la credibilidad, así como el desconcierto, la confusión y el desprestigio en la misión reclaman y nos reclaman una renovada y decidida actitud para resolver el conflicto”
diría el Santo Padre a la Conferencia Episcopal de Estados Unidos en 2019.
Es importante reconocer que son numerosas las ocasiones y lugares donde el Papa Francisco ha pedido perdón a las víctimas y a la sociedad por el mal causado por miembros de sus comunidades. Al mismo tiempo, con el fin de reparar el daño y prevenir la repetición de hechos tan dolorosos ha creado en el ámbito de la Santa Sede una comisión permanente, la Comisión Pontificia para la protección de menores.
En éste como en tantos otros temas invita a reconocer la Catolicidad de la Iglesia y nos recuerda que en esta peregrinación no estamos ni vamos solos: «¿Un miembro sufre? Todos los demás sufren con él» (1 Cor 12, 26). Al mismo tiempo nos anima a peregrinar con coherencia y fidelidad conscientes de nuestra naturaleza de hombres pecadores en permanente conversión y a aferrarnos a la Iglesia como madre y maestra.
“… en el mundo turbulento, la barca de la Iglesia ha vivido y vive momentos de dificultad, y ha sido embestida por tormentas y huracanes. Muchos se han dirigido al Maestro, que aparentemente duerme, para preguntarle: «Maestro, ¿no te importa que perezcamos?» (Mc 4,38); otros, aturdidos por las noticias comenzaron a perder la confianza en ella y a abandonarla; otros, por miedo, por intereses, por un fin ulterior, han tratado de golpear su cuerpo aumentando sus heridas; otros no ocultan su deleite al verla zarandeada; muchos otros, sin embargo, siguen aferrándose a ella con la certeza de que «el poder del infierno no la derrotará» (Mt 16,18). (A la Curia Romana con ocasión de las felicitaciones navideñas. 21 de diciembre de 2018).
En el año 2019, siguiendo un pedido expreso del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida a los movimientos y nuevas asociaciones se redactó y promulgó, bajo la modalidad ad experimentum, el Protocolo de la Fraternidad de Agrupaciones Santo Tomás de Aquino-Fasta para la prevención y tratamiento de abusos a menores de edad y personas vulnerables. El mismo fue remitido y registrado por el mencionado Dicasterio.
Desde entonces si la situación se planteara en el ámbito de la Fraternidad Laical (Obras Educativas y Movimiento) se procede a aplicar los protocolos pertinentes, tanto el propio, como los provinciales y los de los obispados locales. Es importante acompañar de manera activa si existiera una instancia penal y ofrecer el apoyo técnico profesional a la víctima y su familia ante los organismos estatales. En estos años hemos podido detectar e intervenir en casos de abusos intrafamiliares sufridos por menores de edad, tanto alumnos como pertenecientes a nuestros rucas, orientando y acompañando a las víctimas y a sus familias.
Si la situación se planteara en el ámbito de la Fraternidad Sacerdotal, las denuncias recibidas serían puestas en conocimiento de las autoridades eclesiásticas pertinentes, buscando las sanciones y sentencias consecuentes de acuerdo con el derecho canónico.
Buscamos siempre actuar en rectitud de intención y de conciencia, llevando los casos con la mayor diligencia y compromiso y buscando los caminos adecuados para cuidar a las víctimas, respetando su intimidad y voluntad.
Sabemos tambien, que caminar junto a la Iglesia en este tema, implica un proceso de madurez que debe recorrerse y que estamos recorriendo todas las obras de la Iglesia para crecer en la cultura del cuidado y el buen trato a la que el Papa Francisco ha exhortado.
Una nueva etapa del proceso eclesial puede percibirse en marzo del 2023 cuando el Santo Padre emitió una actualización de la Carta apostólica “Vos estis lux mundi” . Como respuesta a ésto en el mes de mayo de 2023, el Consejo Plenario de Fasta definió como política prioritaria para la Ciudad Miliciana “la institucionalización y sistematización de las medidas de prevención, protección, tratamiento y reparación de abusos a menores y adultos vulnerables, de acuerdo con los lineamientos y criterios establecidos por la Santa Sede”
En consecuencia, se constituyó una Comunidad de Escucha y Acompañamiento como lugar de contención amorosa y compasiva y de sanación integral, de todo aquel que de cualquier manera se considere víctima de este tipo de abusos.
Al mismo tiempo, se creó una Comisión de Actualización y Redacción para estudiar las nuevas normas emitidas por la Santa Sede referidas a los abusos. En marzo de 2024 entran en vigencia la versión actualizada de los protocolos y en el año 2023 la Universidad Fasta promulgó su protocolo específico sobre violencia, abusos y discriminación.
Cada tiempo presenta requerimientos, temáticas y desafíos que le son propios y para los cuáles las personas y las instituciones deben prepararse. En el marco de la política del cuidado se hace necesario implementar acciones de prevención. Estas se concretizan en un conjunto coherente de normativas y buenas prácticas a fin de disminuir los riesgos de que se produzcan situaciones de abuso y estar en mejores condiciones para identificar casos y, si éstas tienen lugar, poder tomar rápidamente las mejores medidas para proteger y acompañar a las personas y acotar el daño producido, cumpliendo las leyes y protocolos vigentes.
Con este fin la Comunidad de escucha ha conformado un equipo de profesionales externos con experiencia en la temática que la acompañan. Y mantiene encuentros periódicos con la Lic. Ma Inés Frank, Presidenta del Ceprome Latinoamérica (Centro de investigación disciplinar y formación interdisciplinar para la protección del menor), institución con la cual se trabaja en un convenio de colaboración.
Quien necesite iniciar un proceso de denuncia ante una sospecha o confirmación de abuso podrá hacerlo a través del siguiente correo: protección-personas@fasta.org.ar. Dicha cuenta está atendida por profesionales especialmente designados para esta misión de servicio y acompañamiento.
Documento descargable
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Quien necesite iniciar un proceso de denuncia ante una sospecha o confirmación de abuso podrá hacerlo a través del siguiente correo: protección-personas@fasta.org.ar. Dicha cuenta está atendida por profesionales especialmente designados para esta misión de servicio y acompañamiento.