Son mujeres que, movidas por el Espíritu Santo, se comprometen a vivir en el seguimiento del Señor mediante la práctica de los consejos evangélicos -pobreza, castidad y obediencia-, viviendo la caridad fraterna y testimoniando con sus vidas la llegada del Reino de Dios.
Participan de la espiritualidad dominicana, teniendo como patrona y modelo de vida espiritual y apostólica a Santa Catalina de Siena.
Son hermanas espirituales de los miembros de Fasta, a quienes acompañan con su oración, consejo y ejemplo. Colaboran, junto a la Ciudad, en la evangelización de la cultura, la familia y la juventud.
A fin de brindar un espacio adecuado para el discernimiento, crecimiento espiritual y formación doctrinal de las jóvenes, Fasta cuenta con una Casa de Formación, en donde se realiza la admisión, incorporación y educación de las catherinas.
En un clima de vida fraterna, se proporcionan todos los medios necesarios para que las jóvenes puedan prepararse para la consagración total de sus vidas a Dios, en el seguimiento a Cristo y en el cumplimiento de la misión.