El sábado 7 de octubre representantes de Fasta estuvieron presentes, junto a otras comunidades eclesiales, en las primeras jornadas de formación en prevención del abuso convocadas por el Arzobispado de Buenos Aires a través del Consejo Pastoral de Protección de menores y personas vulnerables de la Arquidiócesis.
La dignidad de la persona y su desarrollo humano y espiritual se encuentran en el centro del mensaje evangélico que atesora la Iglesia y que recorre todos estos siglos desde su nacimiento. En ésta línea y asumiendo la problemática del abuso, la Iglesia ha encarado una serie de iniciativas, acciones, tareas y emprendimientos de diversa índole, que constituyen un desafío enorme a fin de tutelar a menores y vulnerables, para que sus espacios eclesiales sean seguros.
Los especialistas que integran el Consejo Pastoral fueron los encargados de dar un abordaje integral a la temática ofreciendo una mirada desde lo psicológico, lo psicosomático, lo canónico, lo legal, lo espiritual y lo comunicacional, y aportar a los participantes criterios, procesos y herramientas para el tratamiento de este tema en las comunidades.
Prevención, detección, acompañamiento a las personas y las comunidades y sanación fueron los conceptos claves del encuentro formativo.
Respecto del tema de la jornada Monseñor José María Baliña, Obispo Auxiliar de Buenos Aires, manifestó la necesidad de cuidarnos entre todos: “Tenemos que cuidarnos por este drama de los abusos que ha hecho tanto mal a las víctimas y a la iglesia en general».
Luego, profundizando su guía pastoral, identificó la necesidad de asumir que todo adulto es responsable de esta cultura del buen trato y la prevención, destacando el rol del párroco pero también de toda la comunidad parroquial y de toda la comunidad eclesiástica.
Desde el Consejo Pastoral de Protección de menores y personas vulnerables de la Arquidiócesis se pondrá a disposición de las comunidades un manual de buenas prácticas y un protocolo de acción que será de práctica obligatoria en todo ámbito eclesial de la arquidiócesis.
Fasta, por su parte, ha asumido la cultura del cuidado de la persona y la prevención como política prioritaria, según lo que pide la Iglesia. En éste sentido promueve la participación de las comunidades en distintas propuestas de formación de la temática y ha conformado los órganos institucionales necesarios para darle especial atención y seguimiento.