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Mundo Digital

Hoy día cada vez a edades más jóvenes se accede al mundo digital y eso impacta en la forma en que nos comunicamos con ellos.
Qué es

Es un ámbito artificial, es decir, creado por el ser humano, pero que tiene consecuencias en la realidad. Mediante el uso de tecnologías y el desarrollo de escenarios virtuales con herramientas digitales, se puede alterar la percepción del espacio y del tiempo para  sobrepasar los límites físicos del mundo real (por ejemplo, almacenar Gigas de información en un minúsculo chip o poder ver en vivo y en directo algo que sucede muy lejos).

Este mundo, surgido de la aparición de grandes avances tecnológicos como la red de internet, el desarrollo de programas más avanzados, la aplicación de Inteligencia Artificial y las mejoras de hardware, permite a la humanidad realizar sus actividades cotidianas con menor esfuerzo y también ampliar la capacidad de comunicación. Hoy día, lo digital no es sólo parte de la vida de “unos pocos entendidos” o de grandes profesionales; cada vez a edades más jóvenes se tiene acceso a dispositivos que nos conectan con este mundo digital. Se ha incorporado como parte de la vida común: “Hola, ¿me pasás tu whatsapp?”, “Mirá este video que encontré”, “Según Maps, el colectivo llega en 5’”, “¿Me prestás cargador?”, “Te mando mi ubicación para que veas por dónde estoy”, “¿Viste quién me dio like?”, “Pasame tu usuario”. Seguro alguna vez dijimos estas frases. Incluso agregaría que los niños de hoy día ya no sólo sueñan con ser astronautas, científicos o médicos… También quieren ser tiktokers, youtubers o gamers

El efecto pandemia hizo que las generaciones de adultos tuvieran que adaptarse casi por obligación al uso de herramientas digitales, algo que en los más jóvenes ya era corriente. Por eso, se puede ver que no hubo un gran cambio en los hábitos de consumo digital de los más chicos, sino sólo un aumento en las horas que pasan frente a pantallas. En cambio, los adultos se incorporaron en ámbitos que jamás hubiesen pensado estar, o que les habría llevado más tiempo, como tener una cuenta de Instagram o utilizar medios online y colaborativos para el trabajo.

Este nuevo continente, del que todos somos habitantes en mayor o menor medida, tiene su propia cultura, generada por el uso de los medios digitales y sus efectos. Dice el Nuevo Directorio para la Catequesis (2021): “El desarrollo tecnológico en el campo de los medios digitales ofrece la posibilidad de acceder de modo inmediato a todo tipo de contenido sin ninguna vinculación de jerarquía importante, creando una cultura marcada a menudo por la inmediatez, por el instante y por la debilidad de la memoria, suscitando así una ausencia de perspectivas y de una lectura de conjunto. Los medios, por su misma naturaleza, ofrecen versiones selectivas del mundo, en vez de un acceso directo a él, combinando diversos lenguajes en una comunicación difusa, instantánea y global”. Lo que sucede en el mundo digital influye cada vez con más fuerza en las nuevas generaciones, donde la cantidad de followers puede afectar su autoestima.

Para qué

Si bien estamos inmersos en esa realidad virtual y cada vez hay más nativos digitales, “las nuevas generaciones no están siempre formadas ni adiestradas culturalmente para enfrentar los retos que presenta la sociedad digital” (ibid., 368). Es un hecho que nuestros jóvenes incorporan casi naturalmente lo digital y también pasan una gran cantidad de horas frente a pantallas y consumiendo contenido online. Es por esto que se hace muy necesario educar en el buen uso del tiempo, en el discernimiento ético de lo que se consume, en la forma de comunicación y el impacto que nuestros actos en el mundo digital puedan tener en el mundo real.

Sumado a esto, la Iglesia se encuentra impulsando una nueva era misionera, guiada por el Espíritu Santo para que cada bautizado pueda ser protagonista de la nueva evangelización usando los medios que permitan transmitir de la mejor manera el mensaje cristiano.

Debemos asumir la tarea de “educar para los medios”, es decir, que sean “capaces de percibir la diferencia cualitativa y verdadera de los diferentes contenidos digitales que tienen al frente” (op. cit.). “La Iglesia está llamada a reflexionar sobre la peculiar modalidad de búsqueda de la fe de los jóvenes digitales y, por consiguiente, poner al día las propias formas de anuncio del Evangelio con el lenguaje de las nuevas generaciones, invitándolas a crear un nuevo sentido de pertenencia comunitaria, que incluya algo más que lo experimentado en la red. (…)  El reto pastoral es el de acompañar al joven en la búsqueda de la autonomía que exige el descubrimiento de libertad interior y la llamada de Dios, que lo distingue del rebaño social al que pertenece” (ibid., 370). “En el proceso del anuncio del Evangelio, la verdadera cuestión no es cómo utilizar las nuevas tecnologías para evangelizar, sino cómo convertirse en una presencia evangelizadora en el continente digital”  (ibid., 371).

Como dice el Nuevo Directorio para la catequesis: “La catequesis en la era digital será personalizada, pero nunca un proceso individual”, es decir, que debemos lograr hacer que el individuo pase del aislamiento de los medios a tomar contacto con una comunidad viva. Para ello, deben colaborar fuertemente los signos, símbolos, la liturgia y el sentimiento de pertenencia.

Criterios

Aunque vemos que el continente digital es un campo fértil para la evangelización en el Siglo XXI, hay ciertos estándares que, de no cumplirlos, provocan el efecto contrario. Por ello, es mejor estar bien preparado para empezar a generar contenido a subir cosas que no tengan criterio y termine alejando a las personas.

A continuación listamos algunos criterios a tener en cuenta a la hora de generar contenido para el mundo digital:

  • Astucia para captar los elementos en tendencia que nos darán más alcance
  • Creatividad para presentar el mensaje de una forma novedosa y atractiva
  • Crear comunidad para que quien nos encuentre quiera ser parte
  • Sintonizar con la sensibilidad y los valores culturales de nuestra época, no buscar el pleito y menos por las redes
  • Traducción de nuestro mensaje a los modos y lenguajes de este tiempo
  • Interés del público: ¿Para quién es el contenido? ¿Qué le quiero transmitir? Esta época se caracteriza por el bombardeo constante de información, ¿cómo le genero interés?
  • Profesionalidad, que se aplica en:
    • Uso de herramientas y tecnologías adecuadas, 
    • Saber acudir a profesionales, 
    • Formación y convencimiento, 
    • Buen uso de las lenguas y herramientas actuales
  • Iniciativa y entusiasmo por lo que hago para impregnar el contenido de mis convicciones y también ser los que demos el primer paso
  • Ética, estética y calidad técnica, para generar contenido bueno, bonito y bien
  • Prudencia y coherencia en el tono y el mensaje, para que el contenido refleje lo que realmente somos y que no sea contraproducente

Finalmente, queremos hacer una salvedad. Que no se malentienda: no hay que ser una productora de contenido profesional porque no es la finalidad de nuestros rucas. Es mejor tener piezas simples, bien hechas, con creatividad y astucia, que desvivirse en producir una pieza monumental que hizo que el comando descuidara a sus milicianos en la vida real, que necesitaban al jefe presente. Allí está el discernimiento ético que cada ruca debe hacer.

Visión de Fasta

Nuestro ámbito de acción es el mundo real. Evangelizamos la Cultura, la Familia y la Juventud. Damos importancia al airelibrismo, al encuentro, a hacer equipos, escuadras, secciones, fogones, campamentos, misas… Nosotros queremos que lo que pasa en el mundo real se refleje, influya, modifique el mundo digital y no al revés. Entonces no podemos limitarnos a sólo pensar para lo virtual, ya que lo que queremos lograr es que la persona alcance su fin último: la santidad. Y esto lo realizamos con los elementos propios de nuestro estilo, guiados por el Espíritu Santo que inspiró nuestro carisma y con la herencia espiritual de Santo Domingo. Otros actores de la evangelización tendrán como objetivo generar contenido digital, pero para un miliciano de Fasta sólo es un medio para mostrar lo que es, para atraer a más personas a formar en sus filas y a conocer a Dios.

Para resumir, podríamos decir que en Fasta utilizamos medios digitales para lograr:

  • Presencia: es innegable que hoy día el que no figura en internet pareciera no existir; por eso necesitamos que Fasta esté presente y también posicionado para que quienes lleguen a nosotros por redes, web o búsquedas en internet, nos encuentren y podamos ser una presencia evangelizadora.
  • Alcance: los medios digitales nos permiten llegar a más personas que tal vez por la distancia, el tiempo o el lenguaje se nos hubiese hecho imposible
  • Transparencia: lo que se publica en Internet ya escapa de nuestro control y lo mejor que podemos hacer es mostrar todo el bien que hacemos para estar en consonancia con lo que sucede en el mundo real
  • Invitación: todo el contenido que generemos, debe tener de fondo una invitación a ser parte (no sólo de Fasta, sino de la Iglesia); mostrar la belleza de vivir el evangelio en comunidad.
  • Innovación: Jóvenes habitan y transitan con mayor fluidez el continente digital, lo que requiere de nosotros llamar su atención con las formas de transmitir nuestro mensaje utilizando elementos en tendencia
  • Identidad: es un activo intangible: lo que soy y cómo me muestro al resto. Establecimiento de relaciones entre los actores para la comunicación (ej: relación entre comandos).

Lucila Salmeron

Autor

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