Fasta fue invitada por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida a participar del Congreso Internacional de Pastoral Juvenil que se realizó del 22 al 26 de mayo en Roma.
En representación de los jóvenes participó María José Madrid, Directora de Jóvenes de España, quien expresó “ha sido muy importante que podamos haber respondido con nuestra presencia a la invitación que hace la Iglesia a todos los jóvenes de las diócesis y movimientos. Este Congreso me ha permitido enriquecer gracias al contacto con jóvenes de otras partes del mundo que viven distintas realidades pero que a su vez, a pesar de los diferentes contextos, estamos unidos caminando junto a la Iglesia”.
Los jóvenes fueron recibidos por el Cardenal Kevin Farrell, Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la vida, quien les dio la bienvenida invitándolos a mirar lo que es pasado (JMJ Lisboa 2023), lo que estamos viviendo (el 5º aniversario de Christus Vivit y la preparación del Jubileo de los Jóvenes 2025) y lo que será en 2027 (JMJ Seúl 2027). Afirmó que a través de estas etapas, la pastoral juvenil está llamada a renovarse en un estilo sinodal abierto al Espíritu, como pide Christus Vivit: «Son precisamente los jóvenes, en efecto, los que pueden ser los protagonistas de la renovación para que la Iglesia se «desbloquee» y vuelva a ser joven» (cf. ChV, 34).
Los asistentes tuvieron una audiencia privada con el Papa Francisco durante la cual les dio un mensaje en el que destacó la importancia de la evangelización cotidiana: “Se trata del itinerario y la pastoral de los pequeños pasos, de los pequeños números, de las palabras y de los gestos sencillos, de los momentos de celebración y de oración en comunidad, de las decisiones de cada día. Son experiencias menos llamativas, pero que penetran hasta el fondo del corazón y con el tiempo dan frutos duraderos. Es la santidad de la vida cotidiana, de la que hablé en Gaudete et exsultate”. El Santo Padre luego se refirió al lugar que se le debe dar a los jóvenes en la Iglesia diciendo “a los jóvenes hay que confiarles responsabilidades, implicarlos en el diálogo, en la programación de las actividades y en las decisiones. Es necesario hacerles sentir que son parte activa y con pleno derecho en la vida de la Iglesia; y sobre todo que ellos mismos son los primeros anunciadores del Evangelio a sus coetáneos”.
Finalmente, María José comentó “en el Congreso también hemos hablado sobre la importancia de la escucha, del mundo digital como herramienta para la evangelización, y se ha hecho un breve análisis de los jóvenes después de la pandemia.” Y agregó “durante estos días se ha abordado el tema de Pastoral Juvenil, lo cual me ha gustado ya que he podido ver cómo la Iglesia busca darnos el protagonismo a los jóvenes, acompañarnos y brindarnos herramientas para anunciar el kerygma”.