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Santa Teresita de Lisieux

El espíritu misionero de Santa Teresita viene en parte de su inmensa confianza en la misericordia del Señor, ella se sabía pequeña, enferma e imperfecta, pero confiaba en que para Dios nada es imposible.

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Santa Teresita de Lisieux, o, como también se le conoce, Santa Teresita del Niño Jesús, fue una religiosa carmelita nacida en Francia, quien vivió entre 1873 y 1897, a pesar de su corta vida ha dejado un legado muy importante para la Iglesia, fue primero declarada santa, después, Patrona Universal de las Misiones y finalmente fue Doctora de la Iglesia. Tal vez en Fasta la conocemos más por ser patrona de la sección caperucitas, ya que su doctrina de la infancia espiritual ha ayudado a formar a cientas de caperucitas en nuestros Rucas. Sin embargo, ahora vamos a profundizar en su legado y la razón por la cual es patrona de las misiones. 

Teresita, es la novena hija de Louis y Zélie Martin (ambos declarados santos en el 2015), y cuatro de sus hermanas fueron también religiosas. Ella, con solo 15 años pidió a su padre Louis Martin entrar al Carmelo, pero la Superiora le negó la petición por su corta edad. Sin embargo, el gran deseo de esta santa la llevó a Roma, donde le pidió al Papa León XIII la bendición para ingresar al Carmelo. Esto denota como Teresita tenía gran fortaleza y perseguía sus sueños a pesar de las dificultades, y es el inicio de su camino misionero, ella nos dice:

“Pero en vez de desanimarme, me he dicho a mí misma: Dios no podría inspirar deseos irrealizables; por lo tanto, a pesar de mi pequeñez, puedo aspirar a la santidad.”

Así que finalmente logró ingresar con 15 años al convento de Lisieux. Siendo una monja carmelita de clausura no dejó nunca de tener grandes sueños e ilusiones. Otro de sus grandes deseos fue ser misionera, y que quería serlo no solo por algunos años, sino para toda la vida, es más, hasta el fin del mundo. A pesar de que no pudo viajar físicamente, Teresa fue «hermana espiritual» de diversos misioneros, desde el monasterio los acompañaba con sus cartas, con la oración y ofreciendo por ellos continuos sacrificios. El Papa Francisco nos dice “Sin aparecer intercedía por las misiones, como un motor que, escondido, da a un vehículo la fuerza para ir adelante.” Así es como esta gran santa encuentra su vocación dentro de la Iglesia, su vocación dentro de la vocación carmelitana, “En el corazón de la Iglesia, mi Madre, yo seré el Amor” escribió la Santa y así ofreció su vida para sostener el esfuerzo de los misioneros. Además, su legado espiritual ha quedado plasmado en su autobiografía “Historia de un Alma”, una obra clave en la conversión, vocación y consagración de muchas personas, especialmente de muchos sacerdotes, consagradas y misioneros. Este libro ha sido traducido a más de 60 idiomas, y ha llegado a ser venerado también por otras religiones. 

El espíritu misionero de Santa Teresita viene en parte de su inmensa confianza en la misericordia del Señor, ella se sabía pequeña, enferma e imperfecta, pero confiaba en que para Dios nada es imposible y nos dice así:

“Acrecerme es imposible; he de soportarme a mí misma tal y como soy, con todas mis imperfecciones. Pero quiero hallar el modo de ir al cielo por un caminito muy recto, muy corto; por un caminito del todo nuevo. Estamos en el siglo de los inventos. Ahora no hay que tomarse ya el trabajo de subir los peldaños de una escalera; en las casas de los ricos el ascensor la suple ventajosamente. Pues bien, yo quisiera encontrar también un ascensor para elevarme hasta Jesús, ya que soy demasiado pequeña para subir la ruda escalera de la perfección.”

Este caminito espiritual de Teresa fue el de santificarse en las cosas pequeñas, el hacer las cosas de la vida ordinaria con amor extraordinario, en su relación con las monjas que más le costaba, en ofrecer cada incomodidad y sufrimiento al Señor por la salvación de las almas, entre muchos otros ejemplos. Para conocer más de Santa Teresita y de su legado espiritual, les invito a leer la la Exhortación Apostólica C´est la Confiance del Santo Padre Francisco sobre la confianza en el amor misericordioso de Dios con motivo del 150° aniversario del nacimiento de Santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz.

Santa Teresita tiene mucho para enseñarnos a todos en Fasta, tanto a las caperucitas como a todos los niños y adultos de nuestra Ciudad. Les invito a que lean Historia de un Alma y se dejen tocar por la sabiduría de una monja que amaba a la Iglesia y a Jesús con pasión. La lectura de este libro encenderá nuestro anhelo por la salvación de las almas, y nos ayudará a encontrar la vocación dentro de la Iglesia y de Fasta. Pidámosle a Santa Teresita para que cuide y anime a los misionera de la Ciudad, para que suscite más vocaciones misioneras, y para qué nos encontremos, a través de la misión, con muchas almas que quieran caminar en comunidad para llegar juntos al cielo, porque en Fasta nadie se salva solo. 

A tus órdenes,

Cath. María Leonor Aguilar

Oración a Santa Teresita

Santa Teresita, acuérdate de tu promesa de hacer el bien sobre la Tierra; derrama con abundancia tu lluvia de rosas sobre los que te invocamos, y alcánzanos de Dios las gracias que de su bondad infinita esperamos. Amén.

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