Con la presencia del Directorio de Fasta y miembros de la Ciudad Miliciana, el día miércoles 11 de octubre el Padre César Washington Garcés Rojas, recibió la missio como Presidente de Fasta en una Santa Misa que fue celebrada en la capilla del colegio Fasta Catherina.
La celebración eucarística fue presidida por el Padre Andrés Quiroga, Regente de la Fraternidad Apostólica Sacerdotal Tomás de Aquino, quien haciendo alusión al evangelio del día que era el de San Mateo 11, 28-30, expresó “el Señor te regala estas palabras hoy para que siempre acudas a Él para que sea tu alivio y fortaleza. Encomendamos tu misión, la misión de todos los días, a este Jesús que viene en el Adviento a quedarse junto a nosotros hasta el fin del mundo. Le pedimos a la Santísima Virgen, en la advocación de la Virgen de Guadalupe, que sea también tu sostén y protección. Que ella que está embarazada, que viene con el niño en su vientre, es el signo de la esperanza en esta vida”.
Al finalizar la misa el Padre César dijo “Hoy, cuando estaba de rodillas, el Señor me regalaba de nuevo la conciencia de ser Presbítero, la conciencia de ese amor primero, la conciencia de lo que vale decir que sí a Dios”. Luego agregó: “¿Por qué puedo decirle que sí de nuevo a Dios hoy? En la primera lectura decía que Dios llama todos los días y los llama por su nombre. Yo los miro hoy a ustedes y hay un gozo en mi corazón porque los veo y puedo llamarlos por su nombre, porque sé quienes son y porque ustedes son parte de la historia que hace que yo pueda arrodillarme ahí y decirle que sí. Dios transita la historia y se encarna en el aquí y ahora de historias concretas, de personas concretas, con rostros concretos, con heridas concretas, con miserias, con pequeñeces, con gozos, con alegrías, con virtudes. Somos capaces de asumir la misión porque Dios es amor, porque se ha revelado. Dirigiéndose a los presentes expresó “es posible renovar de nuevo el ¡A tus órdenes!, el amor, pero no confiando en uno, lo que cada uno de nosotros tiene no le alcanza para decir que sí. Podemos decir que sí porque detrás está Dios. Es la Gracia lo que hace posible que yo dé lo que no puedo dar. Gracias a cada uno de ustedes porque cada uno forma parte de la historia que me pone en el aquí y ahora. Con cada uno de ustedes he transitado ese mar de Galilea en la barca a veces entre tempestades y otras en grandes calmas. Con cada uno de ustedes he tenido distintas experiencias, todas maravillosas, porque en la tempestad y en la calma estaba Jesús”.