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Visita canónica a la Fraternidad Sacerdotal y la Casa de Formación

En una breve entrevista el Padre Andrés Quiroga nos cuenta las conclusiones de la visita.

Hace unos meses comunicábamos a la Ciudad Miliciana acerca de la visita canónica que iba a realizarse a la Fraternidad Sacerdotal y la Casa de Formación. En primer lugar y para recordar, ¿qué es una visita canónica y por qué se dio en estos meses?

La visita canónica es también llamada visita pastoral y, quizá este término ayude a entender mejor cuál es el motivo por lo que se dan este tipo de procedimientos en la Iglesia.

El Obispo es el pastor de una determinada diócesis, de una jurisdicción y por ende de determinadas almas; y es entonces él quien tiene la obligación y el derecho de visitar a esas personas que están bajo su amparo periódicamente para velar sobre ellas, si es necesario corregirlas; alentarlas en su misión; y ver que todo lo que se hace o se vive sea según lo que pide la Iglesia y manda el Espíritu Santo.

Entonces, la Fraternidad Sacerdotal y la Casa de Formación como Asociación Pública Clerical de Derecho Diócesano estamos bajo el cuidado del Obispo de Buenos Aires. Por ello, nosotros le pedimos en esta ocasión al Obispo que nos visite para escucharnos y velar porque nuestra organización, nuestros estatutos, nuestra vida y apostolado, respondan y se haga según lo que nos pide y nos enseña nuestra Madre la Iglesia.

En estos meses se realizó este procedimiento en la Fraternidad Sacerdotal. ¿En qué consistió?

Lo primero es que el Obispo no fue quien realizó la visita sino que nombró un visitador. En este caso el procedimiento lo llevó a cabo el Obispo Auxiliar de Mercedes Luján, Mons. Mauricio Landra, quien además es especialista en derecho canónico.

La visita consistió en más de 50 entrevistas. Mantuvo encuentros con miembros oficiales de la Fraternidad Sacerdotal como también con aquellos que se encuentran en formación. También entrevistó catherinas y laicos de Fasta. A su vez, solicitó informes a todos los Obispos de los lugares donde trabaja la Fraternidad Sacerdotal y revisó nuestros estatutos, reglamentos, proyectos del seminario, presupuestos, administración. Fue una visita muy completa y exhaustiva.

Si bien el informe final no ha sido enviado oficialmente a la Fraternidad, ¿se pueden adelantar algunas conclusiones?

Si bien la visita canónica en este caso la hizo un visitador, quien se reserva la última instancia y la entrega del informe es el Arzobispo de Buenos Aires. Aún no nos han entregado el informe final pero Mons. Landra, a medida que sucedía el proceso, nos sugería y mostraba a mí, al Director y a todos los miembros distintas cosas para que estemos en perfecta comunión con la diócesis de la que formamos parte.

Por un lado, para la Fraternidad Sacerdotal nos sugirió que mejoremos el tema de la formación permanente que es algo que la Iglesia insiste siempre. Nos pide que todos los sacerdotes hagamos un programa de formación permanente y lo vayamos llevando a cabo y actualizando. Nos pidió que participemos, en la medida de lo posible, de las reuniones que organiza la diócesis, reuniones de decanato, encuentros con el clero, entre otras. También nos recomendó mejorar los protocolos de protección de menores y ambientes seguros. Respecto a nuestra incardinación en la Diócesis de Buenos Aires, nos invitó a afianzar la relación con la curia y mejorar los trámites de licencias, permisos de ausencias, legajos, etc.

Respecto a la Casa de Formación varias de las sugerencias son cambios que se vienen aplicando desde hace algunos años. Nos pidió que se profundice y se siga adelante. Entre ellos se encuentra adaptar el proyecto del seminario a la Ratio Argentina y que tengamos en cuenta los escrutinios que son los procesos por los cuales pasa todo seminarista donde se va juzgando la actitud. Se hacen con la colaboración de psicólogos y la opinión de los laicos. Nos sugirió que haya un Rector y un Director Espiritual en el seminario y que los seminaristas puedan elegir libremente a sus directores espirituales.

Muchas de estos pedidos y sugerencias ya se venían haciendo tanto en la Casa de Formación como en la Fraternidad, ¿es así?

Sí, respecto a las sugerencias del Seminario muchas de estas cosas las venimos haciendo. El Rector de nuestro Seminario ha participado de la reunión de la OSAR que es la Organización de Seminarios de la Argentina, y ya ahora formamos parte institucionalmente de ella. La mirada del visitador nos alentó a seguir y nos orientó en qué cosas deberíamos mejorar y cuáles cambiar.

¿Cómo ha sido la valoración de los sacerdotes y los seminaristas de esta visita?

El mismo visitador señaló que todos los entrevistados manifestaron gratitud y una gran apertura. Porque este tipo de procedimientos nos ayuda a tener la visión de los Pastores de la Iglesia, una mirada más objetiva e imparcial. 

Si bien la visita la pido yo como Regente, también lo hago junto al Directorio y con el conocimiento de todos los sacerdotes. En definitiva, como dice el Padre César, Presidente de Fasta, abrirse a estas oportunidades sirve para aquietar, para decir bueno, vamos por el mismo camino.

La intención de la visita fue abrir las puertas de las casas y del alma para que la Iglesia, como Madre, nos pudiera orientar y decir si era necesario corregir algo.

Es importante recordar que esta visita es un derecho que tiene el Obispo pero también un deber. La idea es seguir siempre abiertos a este tipo de procesos e incluso, el visitador sugiere que haya como un Vicario o un nexo entre la Arquidiócesis y nosotros para que este tipo de visitas sea algo más regular.

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