El presidente de Fasta, padre César Garcés, el vicepresidente ejecutivo, Alejandro Campos, y el director general del Movimiento, Carlos Fernández (h), participaron en Roma del Encuentro de Moderadores de Movimientos y del Jubileo de los Movimientos y Asociaciones Laicales. Las jornadas se extendieron desde el miércoles 4 de junio hasta el domingo de Pentecostés, y concluyeron con una misa presidida por el papa León XIV en la plaza San Pedro del Vaticano.
“La esperanza vivida y anunciada”
Del 4 al 6 de junio, se realizó en el Aula del Sínodo el Encuentro de Moderadores con la participación de 250 representantes de 115 asociaciones y movimientos eclesiales, bajo el lema “La esperanza vivida y anunciada”.
Convocados por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, los moderadores de asociaciones internacionales de fieles, movimientos eclesiales y nuevas comunidades se reunieron para compartir experiencias, desafíos y proyectos. En el marco del Año Jubilar, el encuentro propuso repensar la misión evangelizadora confiada a cada uno en el contexto actual, así como la tarea formativa desde la perspectiva de la Spes non confundit (“la esperanza que no defrauda”), con el fin de redescubrir la esperanza en la misión y formar hombres de esperanza.
Recuperar la esperanza
Durante la apertura, el cardenal Kevin Farrell, prefecto del Dicasterio, dirigió un vehemente mensaje a los presentes, alentándolos a “acompañar a la Iglesia”. Señaló que “cada uno de ustedes tiene su propia especificidad, su propósito particular, sus propios carismas. Y este dicasterio sabe bien que estas características deben ser apreciadas, valoradas y defendidas”. Al mismo tiempo, destacó la importancia de crecer en pertenencia y comunión eclesial: “por eso, cada año intentamos sintonizar con el camino que recorre toda la Iglesia”.
“En este momento particular, acompañar a la Iglesia significa, ante todo —también para las asociaciones y los movimientos eclesiales—, acoger con gratitud y apertura de corazón el don que el Señor ha concedido a todos los bautizados: el nuevo Sumo Pontífice, el Papa León”, afirmó el cardenal Farrell. “Estamos seguros de que su guía, sus palabras y sus orientaciones serán una fuente de nueva vitalidad para su apostolado y de crecimiento espiritual para todos sus temas”.
Finalmente, con marcado énfasis, instó a los movimientos: “¡Recuperen la esperanza en la recompensa de sus carismas, dones de Dios, aún por descubrir y para aplicarlos plenamente, y de nuevo, en su potencial fructífero! ¡Recuperen la esperanza de la Iglesia, que ha nutrido con amor y cuidado maternal sus asociaciones y movimientos, y que continúa acompañándolos, mirándolos con gran alegría! ¡Recuperen su esperanza en Dios, quien continúa llamando a la fe, a la misión y al servicio!”.
“Llegar al mundo moderno, la nueva comunicación y las nuevas generaciones”
El jueves 5 de junio, la jornada comenzó con una misa en la Basílica de San Pedro, presidida por el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, y concelebrada por el padre Presidente. Durante su homilía, el cardenal subrayó que los movimientos deben “llegar al corazón del mundo moderno, a los nuevos centros de la vida social, a los nuevos entornos de la comunicación y a las nuevas generaciones”.
Inspirado por la primera lectura del día, en la que San Pablo es llamado a testimoniar no sólo en Jerusalén sino también en Roma, Parolin animó a los presentes “También sus futuras misiones son necesarias, no deben quedarse en Jerusalén sino alcanzar Roma”, es decir, llegar “al corazón del mundo moderno, en los nuevos centros de la vida social, en los nuevos entornos de la comunicación, a las nuevas generaciones”. Finalmente, en el día en que la Iglesia recuerda a san Bonifacio, gran evangelizador y misionero incansable, el purpurado invocó su intercesión para ser en las comunidades eclesiales “alegres anunciadores del Evangelio para llevar a Cristo, nuestra esperanza, a los hombres que esperan su luz”.
“La Iglesia está llamada a ser misionera”
Luego de la misa el cardenal Tagle afirmó que “hoy la Iglesia está llamada a ser misionera en un momento histórico donde abundan cosas buenas, creativas y beneficiosas, pero se ven amenazadas y eclipsadas por la injusticia, las guerras, la destrucción de vidas, familias, la sociedad y la creación. Escuchamos a un Señor resucitado que llama y envía a su Iglesia a ser un signo eficaz e instrumento de esperanza para una humanidad cansada, agotada y frustrada”.
La sinodalidad y la “Inteligencia cultural”
Finalizando su exposición dijo que “… una Iglesia renovada en el espíritu sinodal requiere la llamada inteligencia cultural. La inteligencia cultural comienza con mi conocimiento de cómo mi cultura ha moldeado y continúa influyendo en mi manera de pensar, sentir, hablar, reaccionar y relacionarme. Una persona con inteligencia cultural también busca comprender cómo otras personas expresan su humanidad dentro de su propia cultura. La inteligencia cultural es un ejemplo de un caminar humilde con los demás, porque todo rastro de superioridad cultural y prejuicio debe ser reconocido y purificado. También es un caminar humilde, porque debo admitir que tiendo a juzgar a personas de culturas diferentes a la mía, incluso cuando no soy consciente de ello. Cuántos conflictos, desde el intercambio de insultos hasta el de misiles y bombas, azotan nuestro mundo hoy debido al odio entre personas de diferentes culturas, grupos étnicos, afiliaciones políticas y religiones. Debemos penetrar y romper la oscuridad de la división con la luz de la esperanza”.
Encuentro con el papa León XIV: “Unidad y Misión”
El viernes 6 de junio fue el momento culminante de la actividad porque fueron recibidos por el papa León XIV en la sala Clementina del palacio Apostólico.
En su discurso el Papa dejó en claro cuáles serán las prioridades de su ministerio: Unidad y Misión. “La unidad y la misión son dos aspectos esenciales de la vida de la Iglesia y dos prioridades del ministerio petrino. Por ello, pido a todas las asociaciones y movimientos eclesiales que cooperen fiel y generosamente con el Papa, sobre todo en estos dos ámbitos” dijo.
Pidió a los Movimientos que acompañen a la Iglesia en “Unión con el Papa” siendo fermento de unidad y “manteniendo vivo el celo misionero” porque “este es un tesoro que debe aprovecharse al máximo, con la mirada puesta en las nuevas situaciones y desafíos. Pongan sus talentos al servicio de la misión de la Iglesia, ya sea en los lugares de primera evangelización o en sus parroquias y comunidades eclesiales locales, para llegar a quienes, aunque estén lejos, a menudo esperan, sin darse cuenta, escuchar la Palabra de vida de Dios”.
Importantes reuniones
La delegación de Fasta también aprovechó para tener un encuentro con el Dicasterio para Laicos, Familia y Vida. “Comenzamos la mañana del lunes 2 de junio en el Palacio San Calixto. En la primera parte de la reunión, nos saludó el Secretario del Dicasterio, el doctor Gleison De Paula Souza” nos comentó Alejandro Campos, Vicepresidente Ejecutivo.
Posteriormente prosiguió la reunión con la Sub Secretaría del Dicasterio, doctora Linda Ghisoni donde se trataron diversos aspectos del presente y futuro de la Ciudad.
Misa en la celda del Patriarca Domingo
También tuvieron la oportunidad de celebrar una misa en la celda de Santo Domingo en Santa Sabina donde rezaron por el papa León XIV, por la Iglesia y por la Ciudad. En este conmovedor y especial espacio para Fasta el Padre César predicó sobre el sentido de venir al Patriarca. “Venimos a que Domingo nos haga presente la Verdad del Señor” dijo. “Una Verdad que no es una idea, que no es una abstracción. Una Verdad que es la persona de Jesús. Una Verdad que es amor” afirmó.
Finalmente tuvieron un encuentro con el Presidente de Scholas Ocurrentes, José María del Corral donde tuvieron la oportunidad de saludarlo y dar el pésame por la partida del papa Francisco, con quien fue cofundador de esa institución. El viaje a la ciudad de Roma fue una confirmación del pensamiento del padre Presidente quien afirma que “Fasta camina junto con la Iglesia, ni adelante ni atrás sino junto a ella”.
