El miércoles 13 de marzo se realizó en la capilla del colegio Fasta Catherina la Santa Misa en la que se reconoció al Mil. Juan José Ferrari luego de 27 años de misión en la Administración General de Fasta. Además, se entregó la missio al Mil. Alejandro Muñoz como nuevo Administrador General y al Mil. Martín Talarico como Director de Administración.
La celebración eucarística fue presidida por el Padre Presidente de Fasta, Pbro. César Garcés Rojas. Durante la homilía invitó a reflexionar sobre qué es la misión y qué es recibir la missio. Luego agregó, “todos tenemos una misión. El bautismo nos hace partícipes de la misión salvífica de Cristo y todos estamos llamados a ser testigos de ese misterio de amor. La misión que hoy termina Juanjo y la que empiezan Alejandro y Martín es eso, es la participación en la misión de Cristo. Todo lo demás son tareas, que hay que cumplirlas de manera responsable, pero lo que ustedes van a hacer es misión, es decir, cada día cuando empiecen a trabajar santifiquen ese día ofreciéndolo al Señor”.
Por su parte, Juanjo Ferrari en su discurso dijo “después de muchos años de esta misión considero que estamos en una etapa cumplida. El equipo de administración está maduro, sólido y es necesario dar lugar al crecimiento de este equipo para dar espacio a las nuevas generaciones. Pensamos en poner a la administración en un proceso de renovación, que no solo sea un cambio del Director General sino que haya una renovación en los equipos, en la organización y en los procesos. Estoy seguro de que esto será bueno para mejorar y hacer crecer la Ciudad Miliciana”.
Por otro lado, destacó las palabras perdón y gracias. “Perdón porque la misión, el trabajo en administración no es sencillo. En la distribución de los recursos, que son siempre escasos, se cometen errores o no se tiene en cuenta o se nos pasan por alto situaciones y generamos injusticias. Le pido perdón a todos mis hermanos de Fasta por mis faltas, limitaciones y errores, por las demoras u omisiones”.
En el agradecimiento hizo mención a todas las personas que lo acompañaron durante estos años en la misión, desde sus primeros amigos de Ruca Chapelco, quienes lo despidieron cuando se trasladó a Mar del Plata en el año 1993, como también a todos sus jefes, compañeros de equipo, miembros de Directorio y especialmente a su familia en la figura de su esposa, Verónica Abbona. Aquí destacó “el Señor ha sido muy bueno y generoso conmigo. Gracias a Fasta, gracias a este camino que el Cura nos dejó y a la vocación miliciana que Dios me regaló. Gracias Cura (…) él con su testimonio de amar lo difícil y lo heroico y su ejemplo de austeridad nos enseñó mucho”.
En la misa estuvieron presentes las familias, amigos y miembros del Directorio Ampliado de Fasta quienes acompañaron a estos tres milicianos que siempre con actitud de servicio y entrega generosa respondieron un fervoroso ¡A tus órdenes! a este nuevo llamado.
