Las catherinas Ángela María Varela, Mercedes Solórzano, Belén Zecchin, Montserrat Alonso, Pamela Suárez y Ofelia Giunta viajaron a Roma con espíritu de peregrinación y en acción de gracias por las vocaciones suscitadas, durante estos 20 años, en mujeres de Fasta para la vida consagrada.
Cálido encuentro con el Dicasterio para los Laicos, Familia y Vida
El martes 7 de octubre las catherinas fueron recibidas por Pia Pérez y Elisa Lisiero del Dicasterio de Laicos, Familia y Vida. En la audiencia, pudieron compartir la historia de la Fraternidad Apostólica Santa Catalina de Siena, el apostolado que realizan, su forma de vida, el itinerario formativo y su misión en las comunidades de Fasta.
La Cath. Ángela María Varela expresó “hemos tenido una preciosa reunión, en un clima muy cordial y fraterno, en la que compartimos nuestra vida, formación y apostolado”. Además, con motivo de celebrarse ese día el 63 aniversario de Fasta y el 20 aniversario de las catherinas agregó “gracias querida Ciudad por sostenernos, no sólo con la oración, sino con el afecto y esa vida fraterna por la cual nosotras apostamos todo y por la que hemos entregado nuestra vida a Jesús”.
Visita a la Basílica de Santa Sabina
En Santa Sabina, donde se encuentra la Curia General de la Orden Dominicana, fueron recibidas por Fray Pablo Sicouly, Socio para la Vida Intelectual. Realizaron una visita por el convento y el Padre David Pérez Pazo celebró la misa en la celda de Santo Domingo de Guzmán. “Fue un regalo de Jesús para nuestra Fraternidad poder celebrar la Misa en el día de la Virgen del Rosario y de los 20 años de la Fraternidad en Santo Domingo, sentimos de modo muy cercano al Padre Fundador”, comentó Mercedes Solórzano.
Saludo al Papa León XIV
Durante la mañana del miércoles participaron de la tradicional audiencia en la que el Papa León XIV brinda una catequesis a los peregrinos y turistas. En esta oportunidad el Santo Padre invitó a reflexionar sobre “un aspecto sorprendente de la resurrección de Cristo: su humildad” (…) “La resurrección de Cristo nos enseña que no hay historia tan marcada por el desengaño o el pecado que no pueda ser visitada por la esperanza. Ninguna caída es definitiva, ninguna noche es eterna, ninguna herida está destinada a permanecer abierta para siempre. Por distantes, perdidos o indignos que nos sintamos, no hay distancia que pueda apagar la fuerza infalible del amor de Dios”.
Durante el recorrido del Papa en el Papamóvil entre todos los fieles, las catherinas saludaron a Su Santidad y le expresaron que eran de Fasta. También le dieron una gorra con el escudo que el Papa tomó con sus manos y luego les devolvió.
Participación en el Jubileo de la Vida Consagrada
Durante el 8 y 9 de octubre participaron del Jubileo de la Vida Consagrada que reúne a todos los consagrados y consagradas de las diversas formas de vida. Durante el mismo, peregrinaron a la Puerta Santa y compartieron la vigilia de oración que fue presidida por el cardenal Ángel Fernández Artime, SDB, prefecto del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, en la Basílica de San Pedro.
El jueves 9 de octubre celebró el Papa León XIV la Misa en la Plaza de San Pedro. En la homilía destacó tres verbos: pedir, buscar y llamar. En relación a ellos el Papa expresó “pedir, es reconocer, en la pobreza, que todo es don del Señor y dar gracias por todo; buscar es abrirse, en la obediencia, a descubrir cada día el camino que debemos seguir para alcanzar la santidad, según los designios de Dios; llamar es pedir y ofrecer a los hermanos los dones recibidos con corazón puro, esforzándose en amar a todos con respeto y gratuidad.”
Por la tarde, participaron de un encuentro de las nuevas formas de vida consagrada, en el que pudieron reflexionar sobre el don valioso de los distintos carismas que el Espíritu Santo ha suscitado en este tiempo.
