El trabajo de los misioneros ha sido uno de los pilares fundamentales para que esta comunidad congoleña haya surgido, se mantenga y crezca bajo el carisma de Fasta.
Desde su nacimiento hasta la fundación del Collège Père Fosbery, último gran hito de esta historia de evangelización y encuentro, distintos miembros de nuestro movimiento han aportado sus dones para llevar adelante esta tarea apostólica.
Habiendo cumplido más de un año de misión, días atrás miembros de la comunidad, docentes, padres y alumnos despidieron a la misionera Cecilia Noriega, quien desde el 2022 se sumó al proyecto como docente teniendo un rol clave en la capacitación y formación de los educadores locales.
En su despedida expresó: “me siento muy agradecida a Dios por lo vivido, compartido, aprendido, crecido, construido” (…) “Guardo en mi corazón todo lo atesorado sabiendo también que una parte de mí, queda allá, junto a los niños, los profes y familias congoleñas”. Además agregó “creo y confío que esta hermosa semilla sembrada por Dios es fecundada por su Amor y por la entrega de todos los misioneros que el Señor ha llamado y sigue llamando para esta obra.”
La obra de Fasta en Kinshasa seguirá acompañada por el misionero Martín Payén, por miembros de la comunidad de Fasta Valencia y cuenta con el acompañamiento espiritual del Pbro. Eduardo Lloveras. Además, desde el año 2017, el fasteano Daniel Medina Basla fue designado como promotor para que en esta comunidad se cultive el mensaje de Cristo, se viva la fe católica y se procure la fundación del movimiento.