El 24, 25 y 26 de mayo el matrimonio de Pablo Olivero y Guadalupe Sánchez, en representación de la Dirección Nacional de Familia de Fasta, y Cielo Artigas, del Centro Integral de Estudios para la Familia de la Universidad de Fasta (CIEF), participaron del encuentro que tuvo como lema “Familia en comunión, escuela de oración y sinodalidad”.
“Fue una experiencia muy enriquecedora donde se compartieron vivencias, necesidades e iniciativas pastorales de las distintas diócesis y movimientos con el propósito de fortalecer y cualificar la misión de evangelizar a las familias”, expresó la Directora de Familia de Fasta.
La actividad fue organizada por el Secretariado de Familia de la Comisión Episcopal para la Vida, los Laicos y la Familia y durante la misma se presentaron las líneas de acción del Secretario para los Laicos 2022-2024, se reflexionó y trabajó sobre la sinodalidad de la familia, se presentaron las prioridades del Santo Padre en el Encuentro de Pastoral Familiar del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), y hubo un espacio donde se dieron a conocer los centros e institutos universitarios de Argentina.
Entre las prioridades del Santo Padre se encuentra aplicar en la pastoral familiar el espíritu de la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia; trabajar en torno a los itinerarios catecumenales para la vida matrimonial; y conocer e involucrarse en el Pacto Global por la familia.
Pacto Mundial por las Familias
El Pacto Mundial por la Familia es una iniciativa promovida por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, junto con la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, con la colaboración del Centro Internacional de Estudios sobre la Familia.
El Papa en su mensaje para el lanzamiento del pacto explicó que es “un programa común de acciones encaminadas a poner en diálogo la pastoral familiar con los centros de estudio y de investigación sobre la familia presentes en las universidades católicas de todo el mundo, para promover la familia a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia”.
En el pacto se plantean cuatro pasos a seguir, en primer lugar, activar un proceso de diálogo y de mayor colaboración entre los centros universitarios de estudio e investigación que se ocupan de temáticas familiares; crear una mayor sinergia, en cuanto a los contenidos y los objetivos, entre las comunidades cristianas y las universidades católicas; favorecer la cultura de la familia y de la vida en la sociedad, de modo que surjan propuestas y objetivos útiles para las políticas públicas; y por último, armonizar y sostener las propuestas planteadas, para que el servicio a la familia se enriquezca y sea sostenido.
