A orillas del Río de la Plata el Señor nos preparó una carpa. Misteriosamente, tan austera como generosa. Hoy ya tiene más de 50 años y es casa de Ruca del Plata, Pampero, Nehuén, Brochero… ¡y los que vendrán!
Sostenida por las comunidades de Palermo, Devoto y Flores, es también sede de la casa de formación de los Seminaristas y Catherinas. El Señor nos amó especialmente cuando nos regaló dos vocaciones sacerdotales y una Catherina. ¡A tus órdenes!
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